El fin justifica los medios
La Confederación Argentina de Pelota (CAP) comunica a toda la comunidad deportiva del país que el señor Marcelo Plascencia, en representación de la Federación Santafesina de Pelota, continúa con su accionar por las vías judiciales / administrativas contra la entidad madre de nuestro deporte. Pese al normal desarrollo de la última Asamblea General Ordinaria realizada el día 9 de abril que contó con la convocatoria, supervisión previa y el control de la misma por parte de la Inspección General de Justicia (IGJ), el señor Plascencia ingresó la semana pasada una extensa notificación realizada por varios letrados, en la que no solo pide la impugnación de la Asamblea, sino también la intervención de la Confederación Argentina de Pelota.
Más allá de la inconsistencia de todos los puntos reclamados por el señor Plascencia, vale recordar que la Asamblea fue convocada por la Inspección General de Justicia; que todos los puntos previos para el desarrollo de la misma fueron acordados de común acuerdo entre integrantes de las dos listas que irían a las elecciones y representantes de la IGJ; que la convocatoria a la Asamblea se hizo con el aval de la IGJ en todos sus variables; que la Asamblea que consagró al nuevo Consejo Directivo fue supervisada por dos inspectores de la IGJ. Aun así, y en contra de su palabra y de haber cumplido con todos los pasos solicitados por la Justicia y el propio Plascencia, el empresario no se siente conforme y vuelve a impugnar la Asamblea, al igual que lo hiciera en el año 2016.
Lo que el señor Marcelo Plascencia no puede obtener en las elecciones, el apoyo de la mayoría de las federaciones que integran la Confederación Argentina de Pelota (en definitiva, las propietarias de la CAP), intenta conseguirlo en los escritorios, por todas las posibilidades que suponen dan el dinero y el poder.
La Confederación Argentina de Pelota, a través de sus asesores letrados ya se ocupa en la contestación de la notificación, a la vez que continúa el trabajo en las distintas áreas que la componen. Y lamenta profundamente tener que seguir destinando recursos y energías para atender estas cuestiones, propias de quienes no pueden aceptar el veredicto de la mayoría.