Necesitaríamos editar un libro para contar todo lo lindo que viéramos, el fin de semana último, a lo largo de la fecha de primera categoría del torneo Clausura de la Federación jugada en nuestro pago. De manera que, al abarcar nuestra columna sólo un espacio –siempre generoso- dentro de un diario, no tenemos otro remedio que reflejar las líneas más salientes de tan atractivo paisaje trazado por la elite pelotari provincial.
Como auguráramos, la odiosa humedad jugó su parte, pero no reinó. El piso de la cancha del Centro Vasco, lugar oficial de la cita, soportó bien el viernes, etapa inicial en la que quedara afuera la pareja de nuestro Ferro (Andrés Barzola adentro, reemplazando a Ramiro de la Vega, con Luis Cimadamore no pudieron mostrar sus virtudes). Una lástima.
La jornada sabatina, siempre más sabrosa, al tercer partido y con el piso ya dudoso, El ascentente zaguero de Chávez, Guillermo Osorio, resbaló al pisar firme una gotera sufriendo una lesión ligamentosa que lo dejó sin torneo y a su compañero, Juan Pecker, lleno de pena. El programa, puso trasladarse a Ferro donde se jugó hasta el final haciéndole pito catalán a la traicionera humedad.
A propósito de la gotera, el emprendedor presidente del Gure Etxea nos prometió solucionar el problema de una canaleta que lleva muchos años de vigencia. Seguro que o hará. Lo de Arana y Colón constituyó una fiesta. Un gentío de asistentes de diversas edades aplaudió hasta rabiar distintas actuaciones. Entre ellas nos quedamos con las los pibes Del Ré y Valles (Chascomús), Sebastián Inchausti y Kennedy (Pringles), Santiago Andreasen y el cada vez mejor Mariano Suárez (Rauch).
También con Ugartemendía (Lezama), “Mosca” Torres y Spíndola (De la Garma) y, claro, Gastón Inchausti, Emiliano Narbaits (Juárez) además de los a la postre triunfadores, los hermanos Sebastián y Facundo Andreasen junto a Joseba Bilbao (Necochea). Un saldo muy alentador y, por supuesto, vistosísimo.
En la definición (ganó Necochea 12/10 y 12/11) los cuatro jugaron fantástico. Gastón, espectacular, demostró por qué fue elegido titular en el equipo argentino del Mundial que se metió en el bolsillo por vez primera en la historia serrana. Emiliano, que cada vez mejora más su sobrebrazo. Sebastián, que sigue siendo el más inteligente y Facundo su exquisitez sin límites.
¿El partido? un poema de una hora. Obligado a arriesgar para poder llegar al “bueno” de la definición, en el último tanto Gastón probó una violenta bajada por derecha para morder pared. Si salía era tanto, pero la maldita chapa frustró su recurso. “Tenía que jugármela; estaba en una posición ideal”, se lamentaba en el vestuario el extraordinario delantero, “pero perdiendo también se aprende ¿no?”. El “claro que sí” nuestro no demoró.
El talentoso Facundo nos dijo envuelto en la toalla: “¿Te gustó el duelo de zagueros? Al cansarme necesité sacar un recurso que me salvó. Emiliano, que tiene más sobrebrazo que yo – reconoció – amuraba mejor por la pared derecha, entonces lo obligué a jugar de aire y eso me alivió justo a tiempo. Pude cambiar el aire”.
“Sí, volveré pronto a Tandil ya que la gente del Hípico me invitó a un desafío armado por Gastón: jugaré con él adentro frente a los campeonísimos hermanos Gabriel y Alfredito Villegas. Me parece que será bueno y espero que guste mucho”. Y vaya si tiene razón. Está programado por los dirigentes para el viernes 21 de noviembre en la histórica, única y divertida cancha de Pinto 636. Habrá que ir temprano porque no cabrá un alfiler.
En suma, la segunda fecha del Clausura sigue con Juárez al frente y grandes posibilidades de repetir el éxito del Apertura. Si es así, será el año de los años para nuestro querido Gastón Inchusti, quien entre los numerosos premios recibidos motivara la colocación de una placa con su hazaña frente a la cancha de Sarmiento 1079. Vaya otro abrazo fuerte.
Ahh… antes de irnos digamos que éste lunes comenzará un certamen abierto en Ferro para varias categorías. Bienvenido.